Bicicleta para todas las edades

La muestra de que no hay límite de edad para superar los miedos es la historia que a continuación les voy a contar. Un grupo de adultos mayores del barrio Arborizadora Alta de la localidad de Ciudad Bolívar participó en un recorrido en bicicleta guiado por personal del distrito. Muchos de ellos hacía varios años que no se montaban en una por lo que la actividad se volvió todo un reto que trajo consigo caídas en el camino y recuerdos del pasado que dejan una gran enseñanza.


Es lunes, inicia la semana y un grupo de hombres y mujeres mayores de 60 años se encuentran reunidos en el Parque Simón Bolívar de Bogotá. Cada uno está montado en una bicicleta de color azul, usan casco, rodilleras, coderas, muñequeras y en general elementos básicos para protegerse ante una caída.

Un guía encabeza el lote y desde adelante en voz alta da indicaciones mientras mira hacia atrás para confirmar que el grupo viene completo, si alguien tiene algún percance se devuelve para atenderlo y no sigue hasta que todo esté bien. Su nombre el Freddy quien comenta:

“Esta es una actividad que tenemos con los Centros Día, son las casas del adulto mayor de las localidades. Tienen muchas actividades como danza, natación, bicicleta, salidas pedagógicas, los llevan y traen, les dan refrigerio, su hidratación. Ahorita el primer recorrido que hicimos con ellos fue dentro por el parque central y lo vamos alargando, vamos al recreodeportivo, a la Unidad del Salitre, vamos al Parque de los Novios, al Jardín Botánico y todos son trayectos en bici. Los traen hasta acá, los recoge la ruta mediante un convenio que hay entre Secretaria de Integración Social y el IDRD, tenemos recorridos a las 9 AM a las 11 AM a las 2 PM”.

El instructor también nos comenta que esta semana el grupo visitará la Mina de sal de Zipaquirá y lo mejor  para ellos es que todo es gratis.

En los rostros ya se notaba el esfuerzo de la primera media hora de travesía. En una corta parada aproveché para dialogar con ellos:

SEÑOR 1

“Venimos de Arborizadora Alta, me inscribí en el centro día, muy buena la actividad, uno la pasa relajado”.

SEÑOR 2

“Bonito el recorrido, nosotros venimos del Centro Día, acá nos traen en ruta y un profesor es el que nos dirige, las clases son seguidas y van cambiando de grupo, un día traen unos y mañana traen otros dándole la oportunidad a la gente, a los abuelitos”.

SEÑOR 1

“El recorrido es de una hora o dos horas y ya, nos vamos, llega el bus y para la casita, hay más actividades en la tarde si uno quiere”.


Mientras avanzábamos, unos metros más adelante a doña Stella se le enredó la llanta delantera con un filo del camino lo que le hizo perder el equilibrio y caer al piso, por fortuna, fue un golpe leve que no pasó a mayores.

 “Me confié, yo iba a salir más adelante pero me confié y tome”.

Uno de los compañeros de doña Stella se le acercó para preguntarle cómo le había ido con el golpe pero ella le contestó:

“Bien, pero no me moleste por favor, no me hagan bullying, me va doliendo la mano donde me pegué  pero de resto todo bien. Yo tengo las rodilleras y las coderas. La otra vez también me caí y me raspé una rodilla”.


La valentía de doña Stella de continuar el recorrido a pesar de la caída es la misma de doña Luz Dary Beltrán quien asegura que la bicicleta le ayuda a vencer sus miedos del pasado. Comenta que hace ya varios años un día mientras iba montada en su bicicleta se le atravesó un niño y al frenar sufrió una caída en la que se partió un brazo. Con gran dolor pero más con miedo por el regaño, llegó a su casa con la fractura, allí su madre trató de acomodar los huesos y luego fue sometida al método legendario del sobandero. De esa anécdota se acuerda cada vez que se sube a una bicicleta.   

“Ya aprendí un poquito y más por lo que hacía días no manejaba. El año pasado vine tres veces pero yo hacía muchos años que no montaba en bicicleta. La única vez que monté bicicleta a la edad de 17 o 16 años sufrí un accidente, se me safó un brazo, entonces yo decía tal vez no vuelvo, no soy capaz. Ahora, si veo que hay mucha gente me toca bajarme porque se me viene a la mente ese día. Fue por no coger a un chino (niño) porque yo sabía arto manejar y un chino jugando fútbol se le fue la pelota y yo frené pero frené en seco para no cogerlo, entonces me caí, al frenar en seco pues la bicicleta brincó y ahí caí y se me salió un hueso, pero no hubo roto ni nada solamente descuadrado, y llegué a donde mi mamá pensando que depronto me pegaba y mi mamá me sobó duro y me arregló un poco el hueso, después me desmayé apenas mi mamá me metió el hueso y ya, me mejoré” después tocó que me estuvieran sobando”.

Mientras narra esta anécdota mira hacia al frente y no deja de repetir lo que la vida le enseñó.

“Ya hace cuantos años, y ya estoy ancianita y se me viene a la mente y de una vez me freno y espero a que pasen. Soy del Centro Día de Arborizadora Alta y de allá nos sacan para ir a pasear, allá ellos escogen a los que sepan manejar bicicleta. Vamos a piscina, paseos, tienen que ser personas mayores de 60 años”.

Como estas, son diversas las experiencias que seguramente deben vivir a diario miles de adultos mayores en Bogotá que están inscritos en los programas promovidos por el distrito. Hoy vuelvo a aprender que a pesar de las adversidades y las caídas siempre habrá que levantarse y seguir adelante.

Los detalles de estas historias los puede encontrar en el Podcast en bicicleta:

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